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miércoles, 4 de enero de 2012

Año nuevo, viejos propósitos

¡¡Hola chicas!! A punto de que se termine esta vorágine propia de la Navidad va siendo hora de recuperar los viejos propósitos (tan viejos casi como yo ;-) ) y motivo por el cual comencé este blog; perder peso, adelgazar, parar de engordar, vivir de una forma más saludable, y que con el paso de los meses he ido postergándolos en las fosas abisales de mi memoria de pez. Es tan fácil olvidar lo que es realmente importante cuando tienes millones de distracciones, millones de excusas a cual mejor, y sobre todo, estar hasta las narices de tener que controlar cada pedazo de comida que entra por mi boca. Es realmente agobiante.  

Pero desafortunadamente no queda otra. Las autoridades médicas a través de los medios de comunicación no dejan de decirnos lo importante que es tener un peso sano, o lo que es lo mismo, lo enfermo que estás cuando eres una persona obesa. Antes la obesidad era cosa de ..." mamá mira esa señora tan gorda" o de gente que no te conocía de nada y de repente te decía ..." he engordado mucho pero no estoy tan gorda como tú", esas pullas a las que las chicas obesas estamos expuestas desde el momento en que nos levantamos de la cama, porque a veces el enemigo está en casa. Ya no es cuestión de  la autoestima por los suelos, ya no es cuestión de que la gente se ría de mi, o sienta pena por mi. Ahora es una cuestión de salud. 

Una persona obesa es una persona enferma.

Pero si esto es así,  por qué el sistema sanitario español no hace nada al respecto. ¿Por qué a las personas obesas se nos considera enfermos de segunda  o tercera clase? ¿Por qué no se nos apoya desde la Seguridad Social y si necesitas un grupo de apoyo te lo tienes que pagar tú?  Estoy bastante quemada y enfadada. Si tengo catarro mi médico de cabecera me da fármacos para que mejore, si me duele la barriga me manda a un especialista, si me rompo algo pues me ponen el yeso y a mejorarse... entonces por qué si estoy sentada en frente tuya y me ves, a mi, toda entera, toda yo sentada al otro lado de la mesa no haces nada? ¿Por qué se obvia mi principal problema que luego resulta ser la respuesta a cualquier molestia que tengo? Es decir, tengo el período irregular, es culpa de el sobrepeso, tengo algo de vello facial, es culpa del sobrepeso, me duelen todos los huesos, es culpa del sobrepeso, no consigo quedarme embarazada, es culpa del sobrepeso, me duelen los pies, es culpa del sobrepeso, estoy muy cansada, es culpa del sobrepeso...

Me indigno toda.

Quiero que me ayuden, pero desde nuestra sanidad hacen la vista "gorda". Luego dicen que hago dietas restrictivas, locas, con el problema del rebote, que son malas para la salud, pero en la desesperación del gordo me agarro a un clavo ardiendo. Que si estas pastillas (Xenical), que si esta dieta que me dio una amiga de una amiga de una pariente mía, que si este libro o este otro. O las comidas de sobre de la farmacia, por qué no. ¿Será todo un negocio?  Quizás, tal vez, es posible, no creo que... SÍ.

En fin, toda esta discusión filosófica es para deciros que por enésima vez voy a intentar perder peso. Qué la fuerza me acompañe.

Nos leemos.

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